Los cuatro últimos años de trabajo me han demostrado que es perfectamente posible acompañar procesos de arteterapia a través de un soporte virtual.
En este caso, ambas partes tendrán que encargarse de aspectos importantes como: tener una buena conexión, asegurarse el contar con un espacio de intimidad en el que no ser interrumpida/o durante la sesión, disponer el espacio de forma que sea posible moverse lo más ampliamente en él y contar con alguna superficie sobre la que poder desplegar y hacer uso de los materiales.
Los materiales disponibles para el trabajo serán aquellos con los que cuente la persona. Siempre que lo desee, la arteterapeuta podrá aconsejarle sobre la adquisición de algunos materiales y herramientas que puedan ser de utilidad.